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Fundamentos éticos de la Asociación General y de sus empleados

Nuestra misión

La misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día es proclamar el evangelio eterno a todas las personas, en el contexto del mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14: 6-12, llevándolas a aceptar a Jesús como su Salvador personal, e instándolas a unirse a su iglesia y a prepararse para el pronto regreso de Cristo. Dentro del marco de esta misión, el propósito de la Asociación General es dirigir a la Iglesia para que sea testigo del reino de Dios en todo el mundo, y para que haga discípulos de Jesucristo.

Nuestras responsabilidades

Los empleados de la Asociación General creemos que:

• Somos responsables, en primer lugar, ante Dios, nuestro Creador. Tanto las acciones individuales como las colectivas han de reflejar su carácter y dar muestras de su amor.

• Somos responsables ante las comunidades en las que vivimos y trabajamos, y también ante la comunidad mundial. Aceptamos el desafío de ser miembros ejemplares y ciudadanos responsables. Apoyamos las obras de beneficencia, fomentamos el progreso social, una mejor calidad de vida, la seguridad, la salud y la educación para todas las personas.

• Somos responsables ante nuestros hermanos en la fe. Aceptamos la responsabilidad que implica tomar decisiones acertadas de liderazgo y mayordomía.

• Somos responsables unos de otros dentro de nuestras instalaciones. Toda persona merece ser tratada con dignidad y respeto, sentirse valorada y reafirmada en sus funciones y aportaciones, poder desempeñarse en un entorno laboral seguro, y experimentar un ambiente de retos, comunicación abierta y contentamiento.

Nuestros valores

• Consideramos la Biblia como la principal referencia para dirigir nuestras vidas y formar nuestro carácter.

• Valoramos la excelencia en todo lo que hacemos.
• Valoramos la conducta moral y ética en todo momento y en todas nuestras relaciones.

• Valoramos la creatividad y la innovación en el cumplimiento de nuestra misión.

• Valoramos la honestidad, la integridad y el optimismo como el fundamento de todas nuestras acciones.

• Valoramos la confianza que han depositado en nosotros nuestros compañeros y la feligresía mundial.

• Consideramos a todas las personas como hijos de Dios y, por lo tanto, como hermanos y hermanas de una misma familia.

Las responsabilidades éticas como empleadores y ciudadanos responsables

En el cumplimiento de su misión, y mientras asume sus responsabilidades y mantiene sus principios morales, la Asociación General lleva a cabo sus actividades bajo las siguientes pautas éticas:

• Igualdad de oportunidades. Siempre que la ley permita que ser miembro de la Iglesia Adventista constituya un requisito para obtener un puesto de trabajo, y de acuerdo con los reglamentos denominacionales relativos a los cargos que requieren la ordenación al ministerio, la Asociación General seguirá procedimientos que garanticen la igualdad de contratación, remuneración y promoción sobre la base de las cualificaciones para la tarea y el desempeño de la misma que presente el candidato.

• Equidad, imparcialidad y no discriminación. La Asociación General se relacionará con todas las personas y grupos con una imparcialidad basada en el amor. No practicará ni justificará la discriminación basada en la raza, el lugar de origen, el sexo, la edad, el estado civil, la veteranía o en alguna discapacidad que no impida el cumplimiento de las responsabilidades básicas de un puesto de trabajo.

• Respeto por la legislación vigente. La Asociación General llevará a cabo sus actividades sin dejar de cumplir la legislación vigente, siempre que no contradiga la voluntad expresa de Dios.

• Lealtad y cumplimiento de las obligaciones contractuales. La Asociación General cumplirá los compromisos que haya adquirido por medio de los canales autorizados. Si surgen malentendidos respecto a la naturaleza de esos compromisos, la Asociación General participará, junto con los implicados, en procedimientos de resolución de conflictos de manera interna, antes de buscar ayuda externa.

• Una atmósfera segura y gozosa. La Asociación General debe proporcionar un entorno laboral seguro. Procurará asimismo fomentar y promover el gozo genuino partiendo de la base de que cada empleado es valioso y cada tarea, no importa cuán rutinaria sea o desapercibida pase, es un servicio a Dios. La Asociación General seguirá integrando la adoración, el trabajo y la alabanza de manera que sea reconocida la naturaleza integral de la vida y las relaciones humanas.

• Respeto por la dignidad y la individualidad humanas. La Asociación General afirma y respeta el carácter único de cada empleado. Reconoce que el valor de una persona sobrepasa al de su aportación a la organización. Cree que tanto la armonía entre los empleados como los objetivos de la organización se ven reforzados en lugar de comprometidos por el amplio mosaico de personalidades, talentos, habilidades y puntos de vista dedicados a honrar a Jesucristo. La Asociación General procurará que todas sus comunicaciones sean oportunas, veraces, abiertas, sinceras y amables.

Responsabilidades éticas como empleados

Reconocemos que ser empleados de la Iglesia Adventista del Séptimo Día implica un compromiso con la misión de la organización, y la aceptación de sus responsabilidades y valores. Afirmamos que la relación empleador- empleado se desarrolla dentro del respeto mutuo. El servicio que se puede esperar de nosotros como empleados incluye las siguientes responsabilidades éticas:

• Una vida en armonía con el mensaje y la misión de la iglesia. Mientras seamos empleados de la Asociación General, hemos de practicar un estilo de vida acorde con las creencias y los valores de la iglesia. Hemos de defender, con nuestras palabras y nuestra conducta, las enseñanzas y principios que sostiene y promueve la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

• Respeto por los bienes pertenecientes a la iglesia. Hemos de respetar las propiedades de la iglesia, incluido todo tipo de propiedad intelectual. Usaremos la propiedad, las instalaciones y los recursos exclusivamente para beneficio de la organización, a menos que se nos permita darle otro uso o en los casos en que se haya tomado el acuerdo de que se nos permita un uso especial de ellos como compensación económica.

• Respeto hacia los compañeros. Hemos de respetar y apoyar a nuestros compañeros de trabajo. Nos abstendremos de hacer pasar a otro compañero por una situación que lo avergüence, de faltarle al respeto o de acosarlo. Hemos de evitar toda conducta sexual inapropiada. Respetaremos la privacidad y la seguridad de los demás.

• Eficiencia y dedicación en el trabajo. Las horas de trabajo serán destinadas a llevar a cabo las tareas que se nos han asignado. No emplearemos las horas que no nos pertenecen para asuntos personales ni en beneficio de intereses propios que no estén relacionados con la tarea que nos han asignado nuestros supervisores. Mientras estemos en nuestro puesto no perjudicaremos a nuestro empleador realizando otras actividades laborales que limiten nuestro desempeño en beneficio de la Asociación General. Aspiraremos a una mayor eficiencia y a reducir las pérdidas de tiempo, de esfuerzo y de recursos.

• Integridad personal en los asuntos financieros. No participaremos en sustracciones ni malversaciones de ninguna clase, lo cual incluye el uso ilícito de cuentas de gastos, el engaño en los informes de horas de trabajo, y el empleo inadecuado de los recursos de los cuales somos responsables.

• Evitar malas influencias. Reconocemos que la entrega y la aceptación de obsequios como resultado de nuestra posición con facilidad puede traer consecuencias en nuestro empleo y relaciones laborales. Por consiguiente, la aceptación de obsequios, pagos u honorarios —como incentivos o recompensas— como contrapartida de un curso de acción resulta inaceptable. No ofreceremos obsequios, favores, pagos ni ninguna otra forma de recompensa, directa o indirecta, a cambio de beneficios o acciones concretas.

• Conservación de un entorno laboral ético. Aceptamos la obligación de cumplir normas éticas en la vida personal y en el lugar de trabajo. Creemos que es nuestra responsabilidad personal informar, por medio de los canales confidenciales establecidos, de cualquier comportamiento que sea inapropiado o que rebaje la ética que ha de caracterizar el ambiente de las oficinas. Estamos preparados para ser tenidos por responsables, por parte de nuestros supervisores y compañeros, de mostrar una conducta profesional que represente los valores morales y éticos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

 

Documento aprobado por la Junta Directiva de la Asociación General el 29 de septiembre de 1999, en el Concilio Anual en Silver Spring, Maryland. Contiene un prefacio donde figura la recomendación de que las divisiones de la Iglesia mundial adapten esta declaración de manera que pueda ser aplicada en sus respectivos territorios.

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