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Declaraciones oficiales

Consideraciones éticas sobre la clonación humana

Durante décadas, la posibilidad de producir seres humanos mediante la clonación parecía algo descabellado. Sin embargo, los recientes avances de la genética y la biología reproductiva indican que muy pronto podrían desarrollarse técnicas que harían posible la clonación humana. Esta posibilidad lleva aparejada la responsabilidad cristiana de considerar las profundas implicaciones éticas relacionadas con la clonación humana. Como cristianos que creemos firmemente en el poder creador y redentor de Dios, los adventistas aceptamos la responsabilidad de presentar los principios éticos que derivan de nuestra fe.

La clonación abarca todos los procesos por medio de los cuales se producen réplicas de plantas y animales vivos a través de métodos asexuales, es decir, que no implican la fusión de un óvulo [o célula germinal femenina] y un espermatozoide [o célula germinal masculina]. Muchos procesos naturales son formas de clonación. Por ejemplo, microorganismos como la levadura común se reproducen al dividirse en dos células hijas que son clones de la célula madre y una de la otra. Al cortar y plantar una rama de un rosal o de una vid, esta puede reproducirse hasta llegar a ser una planta completa, creándose así un clon de la planta original. De manera similar, muchos organismos animales simples, como por ejemplo la estrella de mar, pueden generar organismos completos a partir de pequeñas partes de una predecesora. Por lo tanto, el principio biológico de la clonación no es nada nuevo.

La nueva técnica usada se conoce como transferencia nuclear celular. En esencia, este método consiste en tomar una célula de un ser vivo y manipularla de manera que se comporte como una célula embrionaria. Dadas las condiciones apropiadas, la célula embrionaria puede proliferar y generar un ser completo. En la actualidad, esa reprogramación celular se lleva a cabo colocando una célula adulta completa dentro de un óvulo más grande al que se le ha quitado el núcleo. El óvulo utilizado en este proceso funciona como incubadora, puesto que brinda un ambiente esencial que permite reactivar los genes de la célula adulta. El óvulo contribuye al vástago solo con las cantidades reducidas de material genético que están asociadas con su citoplasma, y no con el material genético del núcleo, como sucede en el caso de la reproducción sexual. El huevo alterado tiene que ser implantado entonces en un organismo femenino adulto para su gestación.

Los biólogos han desarrollado esta técnica como un instrumento para la cría de animales. Por este medio esperan crear animales que sean genéticamente idénticos al ejemplar seleccionado. Los beneficios potenciales de esta tecnología, que incluyen la posibilidad de desarrollar productos que permitan tratar las afecciones humanas, son de gran interés para los investigadores y la industria biotecnológica. Sin embargo, esta misma capacidad tecnológica podría utilizarse para la clonación humana, lo cual ha generado grandes dilemas éticos.

El primero de estos dilemas es la seguridad clínica. Para usar la técnica actual de transferencia nuclear celular en seres humanos es necesario conseguir donantes de óvulos. La mayoría de estos óvulos se perderían como resultado de las manipulaciones celulares durante las primeras fases de crecimiento embrionario en el laboratorio. Otros se perderían tras su implantación, en abortos espontáneos durante las diversas etapas del desarrollo fetal. En ese sentido, el valor concedido a la vida embrionaria y fetal sería similar al que se les concede en otros métodos de reproducción asistida, como por ejemplo la fertilización in vitro. De llegar a producirse el nacimiento de niños mediante estas técnicas, probablemente se incrementaría el riesgo de que nacieran con graves problemas físicos y de salud. El riesgo que se correría de que tales vidas humanas sufrieran graves daños y afecciones es suficiente como para que en la actualidad se siga descartando el uso de esta tecnología.

Sin embargo, aun si mejorara el índice de éxitos de los procesos de clonación y disminuyeran sus riesgos médicos, todavía habría que tener en cuenta varias cuestiones de importancia. Por ejemplo, ¿es intrínsecamente problemático crear un ser humano que no sea producto de la fertilización de un óvulo por parte de un espermatozoide? Se necesitan estudios más amplios para resolver los interrogantes relacionados con la naturaleza esencial de la procreación en el plan de Dios.

Otra de las preocupaciones expresadas con más frecuencia es que mediante el proceso de clonación se ponen en peligro la dignidad y la singularidad de un individuo. Este riesgo incluye el daño psicológico que pueda experimentar el «gemelo idéntico» del individuo que proporcionó la célula inicial. ¿Tiene el ser humano el derecho de ejercer tal grado de control sobre el destino genético de un nuevo individuo?

También es motivo de preocupación que la clonación humana pueda socavar las relaciones familiares. Podría minimizarse el compromiso con las funciones unitiva y procreadora de las relaciones sexuales humanas. Por ejemplo, podría considerarse en ocasiones la práctica cuestionable de los vientres de alquiler, y el uso de la célula de un donante que no forma parte de la pareja matrimonial podría provocar problemas de relaciones y de responsabilidades.

Otro riesgo es que la clonación podría llevar a sacar provecho de los seres clonados, de manera que su valor dependería primordialmente de su utilidad. Por ejemplo, podría caerse en la tentación de clonar seres humanos para que sirvan como fuente de órganos para trasplantes. Para muchos es también preocupante la posibilidad de crear en forma deliberada individuos serviles, quienes se verían privados de autonomía. Los egoístas o narcisistas podrían sentirse inclinados a usar esta tecnología para «duplicarse» a sí mismos.

Por último, es probable que los costos económicos de la clonación fueran muy elevados, incluso después de haber mejorado significativamente la tecnología. Si fuera a comercializarse la clonación humana, al riesgo de abuso se le añadirían los conflictos de intereses.

Aunque esta es tan solo una lista parcial de los riesgos potenciales y de los posibles usos inaceptables de la clonación humana, debería ser suficiente para que los cristianos que deseen aplicar los principios morales de la fe al tema de la clonación humana reflexionen en ello. Aun así, es importante que las preocupaciones relacionadas con los abusos de la tecnología no nublen nuestra visión respecto a las posibilidades de usarla para satisfacer necesidades humanas genuinas.* La posibilidad de la clonación humana, aunque remota, motiva esta declaración de principios cristianos.

En caso de que alguna vez llegara a utilizarse en seres humanos la tecnología de la transferencia nuclear celular, esperamos que se sigan los principios éticos que se presentan a continuación. El ritmo vertiginoso del progreso en este campo requerirá que se efectúe una revisión periódica de estos principios a la luz de los nuevos avances.

1. Protección de la vulnerabilidad de la vida humana. Las Escrituras apelan claramente a proteger la vida humana, en especial la de los seres más vulnerables (Deut. 10: 17-19; Isa. 1: 16, 17; Mat. 25: 31- 46). La tecnología biológica de la clonación resulta inaceptable desde el punto de vista ético si representa un riesgo desproporcionado de daño para la vida humana.

2. Protección de la dignidad humana. Los seres humanos fueron creados a imagen de Dios (Gén. 1: 26, 27), por lo que se les ha concedido una dignidad personal que merece respeto y protección (Gén. 9: 6). La clonación podría amenazar la dignidad humana de diversas maneras, por lo que es necesario vigilarla moral y decididamente y rechazar todo uso de esta tecnología que socave o disminuya la dignidad personal o la autonomía de los seres humanos. Esta prohibición moral se aplica a toda clonación de seres humanos que valore la vida humana primordialmente en términos de su función utilitaria o su valor comercial.

3. Alivio del sufrimiento humano. Es una responsabilidad cristiana tratar de aliviar el sufrimiento y preservar la calidad de la vida humana (Hech. 10: 38; Luc. 9: 2). Si es posible prevenir enfermedades genéticas mediante la transferencia nuclear celular, el empleo de esta tecnología podría contribuir al objetivo de prevenir el sufrimiento.

4. Apoyo familiar. El plan ideal de Dios es que los hijos crezcan dentro de una familia que los ame y que cuenten con la presencia, participación y apoyo tanto del padre como de la madre (Prov. 22: 6; Sal. 128: 1-3; Efe. 6: 4; 1 Tim. 5: 8). Todo uso de la transferencia nuclear celular como medio de asistencia a la reproducción humana debería producirse, por lo tanto, dentro del contexto de la fidelidad matrimonial y la estabilidad familiar. Al igual que en otras formas de reproducción asistida, la participación de terceras partes, como es el caso de los vientres de alquiler, presenta problemas morales que es mejor evitar.

5. La mayordomía. Los principios de la mayordomía cristiana (Luc. 14: 28; Prov. 3: 9) son vitales en todos los tipos de reproducción humana asistida, incluida la posibilidad de transferencia nuclear celular, que probablemente resulte sumamente costosa. Los matrimonios que buscan este tipo de asistencia deberían tener en cuenta los gastos que implica y su relación con el ejercicio de una mayordomía fiel.

6. La veracidad. Las Escrituras nos instan a comunicarnos con sinceridad (Prov. 12: 22; Efe. 4: 15, 25). Toda propuesta de recurrir a la clonación debe explicarse con la información más exacta de que se disponga, lo cual incluye la naturaleza del proceso, sus potenciales riesgos y sus costos.

7. Comprensión de la creación de Dios. Dios desea que los seres humanos desarrollen un reconocimiento y una comprensión cada vez más profundos de su creación, lo cual incluye el conocimiento del cuerpo humano (Mat. 6: 26-29; Sal. 8: 3-9; 139: 1-6; 13-16). Por eso, debemos esforzarnos por entender las estructuras biológicas de la vida por medio de investigaciones éticas.

Dado el nivel presente de conocimiento y el estado actual del proceso de transferencia nuclear celular, los adventistas consideramos que el uso de esta técnica para la clonación humana resulta inaceptable. Considerando nuestra responsabilidad de aliviar la enfermedad y mejorar la calidad de la vida humana, nos parece aceptable que se continúen realizando investigaciones apropiadas con animales.

 

Glosario [de términos científicos relacionados con la clonación]

alelo. Cada uno de los dos genes que ocupan el mismo lugar en un par de cromosomas homólogos. Cada alelo es una de las formas alternativas diferentes que puede tener un gen. Estas diferencias son responsables de algunas de las variaciones que observamos en individuos diferentes dentro de poblaciones naturales. Por ejemplo, diferencias entre los alelos que codifican los genes que producen la proteína de la sangre llamada hemoglobina podrían afectar a la capacidad de los glóbulos rojos para transportar oxígeno.

célula germinal. Célula reproductora. En los mamíferos y los humanos, las células germinales son los espermatozoides y los óvulos (huevos).

citoplasma. Es todo lo que contiene la célula, excepto el núcleo. En el citoplasma se producen muchos procesos importantes, como el ensamblaje de proteínas y enzimas, y el procesamiento de los productos celulares. El citoplasma también contiene las mitocondrias, diminutos orgánulos responsables de la asimilación de los nutrientes para producir la energía necesaria para la actividad celular.

clones. Dos o más individuos con idéntico material genético. Los clones humanos se producen naturalmente en la forma de «gemelos idénticos». Aunque los gemelos comienzan la vida con el mismo material genético, más tarde desarrollan diferencias físicas distintivas (por ejemplo, las huellas dactilares). Asimismo, llegan a ser individuos plenamente únicos y con personalidades bien diferenciadas, como resultado de sus diferentes experiencias y de sus decisiones individuales.

cromosoma. Donde se almacena el material hereditario organizado en genes, el número de ellos es fijo en cada especie.

embrión. La etapa inicial del desarrollo de un óvulo fecundado. En el caso de la transferencia nuclear celular, se refiere a las primeras etapas del desarrollo de un óvulo sin núcleo tras haber sido fusionado con una célula somática.

espermatozoide. Célula reproductora masculina.

gen. Unidad básica para la transmisión de los caracteres hereditarios que se localiza en un cromosoma.

gestación. Período de tiempo que le toma a un embrión desarrollarse en el útero a partir de un huevo (óvulo fecundado) hasta el alumbramiento del nuevo ser. La gestación comienza con la implantación del embrión en el útero y termina con el nacimiento.

huevo sin núcleo. Una célula reproductora o embrionaria a la que se le ha extraído el núcleo. Por lo general esto se lleva a cabo al introducir en la célula una micropipeta y absorber el núcleo mientras se controla el proceso por un microscopio.

núcleo. La estructura dentro de una célula que contiene el material genético (genes). El núcleo está rodeado por una membrana que lo separa de los restantes componentes de la célula.

óvulo. Una célula embrionaria. La célula sexual femenina.

transferencia nuclear celular. Nombre técnico del método utilizado para producir el primer clon animal, una oveja llamada Dolly. Aunque el nombre parece indicar que se usó el núcleo de una célula somática, en realidad se trató de la fusión de una célula somática dentro de un huevo sin núcleo.

 

Declaración aprobada el 27 de septiembre de 1998 en el Concilio Anual de la Junta Directiva de la Asociación General en Foz de Iguazú, Brasil.

* Puede que en el futuro se produzcan situaciones en las que se considere provechosa y moralmente aceptable la clonación humana. Por ejemplo, es posible imaginar circunstancias en las que se podría contemplar la clonación en el contexto del matrimonio como el único medio disponible de reproducción para una pareja que no puede participar del proceso normal de procreación. En otros casos, los padres potenciales podrían ser portadores de alelos genéticos defectuosos, por lo que desearían evitar el riesgo de dar a luz un bebé con una afección genética. El uso de la transferencia nuclear celular podría ayudar a que esos padres tengan un hijo que esté libre de esa enfermedad genética. Por supuesto, muchos de los cuestionamientos sobre la identidad y la dignidad personales siguen presentes aun en el contexto de la fidelidad familiar. Así como sucede con otros métodos de reproducción humana asistida, es necesario comparar los beneficios potenciales de la transferencia nuclear celular con sus riesgos.

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