Skip to main content

Cuando el Creador sopló el aliento de vida en las narices de los primeros padres de esta Tierra, el acto de otorgar la vida humana fue la culminación de un ámbito de acción más amplio. En primer lugar, se creó un medio ambiente que pudiera estimular todos los sentidos humanos. Cada día podemos encontrar vistas, sonidos, gustos y aromas, y descubrimos que los encuentros repetidos no agotan esas maravillas.

Las mentes humanas, desde las más grandes hasta las más simples, están constantemente incrementando los intentos de comprender el universo. La creación proveyó una abundancia de alimentos. No solo se suplieron nuestras necesidades nutricionales, sino que la actividad de comer llegaría a formar un contexto de gozo y compañerismo.

Las relaciones de amor y respeto mutuo siempre han sido parte del plan del Creador para nosotros. En el equilibrio armonioso entre una mente saludable, un cuerpo sólido y las relaciones significativas que resultan en un espíritu gozoso, los adventistas ven la vitalidad en su mejor expresión.

Por supuesto, vivimos en un mundo que ha dejado de reflejar plenamente el diseño original del Creador.

La brecha entre ese ideal y donde nos encontramos junto con nuestro mundo es lo que llamamos pecado.

Las buenas nuevas son que el mismo poder que creó nuestro mundo creó una solución para el problema del pecado. Jesús. El que dijo: “Vine para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

Los adventistas creemos que aunque vivimos en un mundo quebrantado, aún podemos tener vidas que reflejen vitalidad.

Usted está invitado a aprender más de lo que entendemos es el propósito de un cuerpo saludable, una mente iluminada y un espíritu gozoso que se refleja en relaciones saludables.

Los niños

Edificar toda una vida desde el mismo comienzo

Jesús hizo una profunda declaración sobre los niños cuando dijo a sus discípulos: “Dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios” (Lucas 18:16).

Los jóvenes

Acuérdate de tu Creador

La Iglesia Adventista del Séptimo Día comenzó de manera similar que un emprendimiento de Silicon Valley, dirigida por jóvenes que tenían visión y entusiasmo por una causa.

Las mujeres

A imagen de Dios

Durante el ministerio de Jesús en esta tierra, él valoró las contribuciones de las mujeres y elevó el estatus de ellas.

La familia

El amor de Dios ilustrado

A lo largo de la historia, las familias han formado la unidad básica de la sociedad. La escritora Elena White, una de las fundadoras de la iglesia, escribió: “El vínculo de la familia es el más estrecho, el más tierno y sagrado de la tierra” (El hogar cristiano, p. 14).

Educación

Enseñar toda una vida para toda la vida

En lo que respecta a la enseñanza, nuestras multifacéticas vidas requieren de un enfoque multifacético, y los adventistas apuntan a ofrecer el paquete completo. La educación no solo tiene que ver con aprender para crecer intelectualmente.

Salud

Vivir una vida saludable

Los adventistas del séptimo día creen que Dios nos llama a cuidar de nuestros cuerpos, tratándolos con el respeto que se merece la creación divina.

Adventista.es