La Iglesia Adventista del Séptimo Día expresa su más profunda preocupación por la continua violencia que se está produciendo en el noreste del Congo, y que sigue provocando la pérdida de vidas humanas, así como miseria y sufrimiento a hombres, mujeres y niños inocentes. La Iglesia Adventista está interesada en el bienestar de sus miembros y en el funcionamiento de las organizaciones de la iglesia en la región. De igual modo le preocupa el deterioro de la situación humanitaria en el Congo y en otros lugares de la región. Cientos de miles de personas inocentes viven aterrorizadas, y han sido desplazadas, por lo que se han quedado sin hogar.
Los adventistas nos unimos a las exhortaciones hechas a los implicados en el conflicto del Congo para solicitar el cese de las acciones militares y recurrir a métodos pacíficos a fin de resolver los conflictos que están causando las hostilidades. El diálogo y las negociaciones son preferibles a la violencia y al recurso de la guerra.
La iglesia insta asimismo a la comunidad internacional a que intensifique sus esfuerzos para poner fin a la crisis. Este llamamiento está motivado por los principios cristianos morales y éticos que subyacen tras los derechos humanos y por el deseo de que se produzcan negociaciones de buena fe que resulten equitativas para todos los implicados.
Además de su compromiso de participar con ayuda humanitaria, la iglesia también hace un llamamiento a todos los afectados por la guerra del Congo para que respondan de manera compasiva para aliviar el sufrimiento y la miseria en la región.
Algunos medios de comunicación han afirmado que el general Laurent Nkunda, líder del Consejo Nacional para la Defensa del Pueblo, pertenece a la Iglesia. El general Nkunda jamás ha trabajado como pastor adventista. Aunque en ocasiones ha asistido a la iglesia, no es considerado miembro activo de la iglesia. Su conducta y presumible participación en el conflicto no representa los valores ni el estilo de vida adventistas.
Declaración oficial de la Iglesia Adventista dada a conocer el 2 de diciembre de 2008 por el Departamento de Comunicaciones de la Asociación General en Silver Spring, Maryland.